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lunes, 21 de marzo de 2011

(MUSICA - VIVA LA VIDA) Aún hay una esperanza

Después de la gira Twisted Logic Tour (2005  2006) Chris, Jon, Guy y Will habían comenzado a trabajar en un nuevo trabajo discográfico. En medio de la producción del mismo, en 2007, Coldplay decide tomarse un respiro e iniciar una nueva gira, pero esta vez por Latinoamérica, aprovechando la oportunidad para grabar en iglesias y otros lugares partes de los videos del nuevo álbum que estaba por ser dado a la luz.
Llegó el momento esperado por fanáticos en todo el globo, Chris Martin, vocalista y líder del grupo daba a conocer el nuevo álbum: Viva la vida or death and all his friends. El álbum cambió por completo la propuesta musical del grupo, en él nos encontramos con un Chris que no recurre a tantos falsetes como en los tres discos anteriores y con riff de guitarra distorsionada, algo inédito para el grupo.
El tema que le dio el nombre (parte, en realidad) es el single número 8 del disco y el segundo promocional del mismo: Viva la vida. Con un fuerte acompañamiento una orquesta de cuerdas que inicia y se mantiene durante toda la música, el tema está cargado de nostalgia, tristeza y desesperación por momentos.
En la música habla un viejo hombre, un hombre que alguna vez fue poderoso y a quien hoy el poder ha abandonado y por consiguiente aquello que el mismo le daba “Yo solía gobernar el mundo/ Los mares se alzaban cuando yo lo ordenaba/ Ahora en la mañana yo barro solo/ barro las calles que solía poseer (…)”
Todos aquellos que alguna vez coreaban su nombre y se agachaban ante la simple pronunciación de su nombre hoy proclaman su muerte “Yo solía tirar el dado/ Sentir el miedo en los ojos de mi enemigo/ Escuchaba como la gente cantaba:/ ”Ahora el viejo rey está muerto, ¡larga vida al rey!”/ Un minuto yo tenía la llave/ Al siguiente las paredes se cerraban en mí/ Y descubrí que mis castillos estaban construidos/ Sobre pilares de sal y pilares de arena”
Sin embargo en medio de tanta tristeza, de tanta desolación en una de las últimas frases del estribillo final se erige una esperanza, una esperanza que parece no tener sentido, no tener razón, pero que sin embargo está. Una esperanza que se convierte en la certeza de la cual surge una nueva positividad: “Escucho las campanas de Jerusalén sonando/ Los coros del Calvario Romano están cantando/ Son mi espejo, mi espada y mi escudo
Mis misioneros en un campo extranjero/ Por alguna razón que no puedo explicar/ Yo se que San Pedro dirá mi nombre/ Nunca hubo una palabra honesta/ Pero así era cuando yo gobernaba el mundo”
Es una esperanza que nadie puede quitar, una esperanza que nadie se puede explicar, pero sin embargo “yo sé que San Pedro dirá mi nombre”
Juanki Lezcano F.
Viva la Vida
Yo solía gobernar el mundo
Los mares se alzaban cuando yo lo ordenaba
Ahora en la mañana yo barro solo
barro las calles que solía poseer

Yo solía tirar el dado
Sentir el miedo en los ojos de mi enemigo
Escuchaba como la gente cantaba:
”Ahora el viejo rey está muerto, ¡larga vida al rey!”

Un minuto yo tenía la llave
Al siguiente las paredes se cerraban en mí
Y descubrí que mis castillos estaban construidos
Sobre pilares de sal y pilares de arena

Escucho las campanas de Jerusalén sonando
Los coros del Calvario Romano están cantando
Son mi espejo, mi espada y mi escudo
Mis misioneros en un campo extranjero
Por alguna razón que no puedo explicar
Una vez que sabes que nunca hubo una palabra honesta
Así era cuando yo gobernaba el mundo

Fue el viento loco y salvaje
Que tiró las puertas para dejarme entrar
Ventanas rotas y el sonido de tambores
La gente no podía creer en lo que me convertí

Los revolucionarios esperan
Mi cabeza en charola de plata
Solo una marioneta en una cuerda solitaria
Oh ¿Quien podría querer ser rey?

Escucho las campanas de Jerusalén sonando
Los coros del Calvario Romano están cantando
Son mi espejo, mi espada y mi escudo
Mis misioneros en un campo extranjero
Por alguna razón que no puedo explicar
Yo se que San Pedro dirá mi nombre
Nunca hubo una palabra honesta
Pero así era cuando yo gobernaba el mundo

Escucho las campanas de Jerusalén sonando
Los coros del Calvario Romano están cantando
Son mi espejo, mi espada y mi escudo
Mis misioneros en un campo extranjero
Por alguna razón que no puedo explicar
Yo se que San Pedro dirá mi nombre
Nunca hubo una palabra honesta
Pero así era cuando yo gobernaba el mundo

jueves, 3 de marzo de 2011

UN VIAJE LA MUSICA MADE IN USA (V): Sincero, rudo e irresistible. That’s rock

Estando de acuerdo con lo que dice Wikipedia, se pueden encontrar cerca 30 sub-géneros, todos ellos con una fusión de nuevos estilos, pero ahora nos abocamos a otro tema. Estamos hablando del rock, abreviación concisa del rock’n’roll, el primer género difundido en todo el mundo y de manera casi inmediata a mitad de los años cincuenta.
Históricamente el rock’n’roll nace del entrelazamiento entre las raíces blancas y aquellas de los negros en Estados Unidos. Música para bailar, tomando el movimiento principalmente del Boogie-Woogie, de su bajo saltante, pero toma también elementos del rhytm’n’blues y del country y el western, para generar una mezcla explosiva que desde 1954  se expande como pólvora por todo el mundo.
Los Beatles se nutren del rock’n’roll dirigiéndose al mismo tiempo también a otros mundos pero no lo abandonan por completo jamás desde el primero hasta el último disco. Los Stones representan la cara más ruda y simplificada. Los grupos que retoman el blues de los años Sesenta muestran la cara más dura. Y es aquí donde tal vez que el “roll” cae y queda sólo el “Rock”, que poco a poco se convierte en hard, punk, soft, acid, adult oriented (Aor), latin, garaje, glam, progressive y toma la forma de nuevas aventuras…
También varios artistas denominados folk entran a las filas del rock, tal vez más por una manera de expresarse, podríamos decir por hecho cultural más que musical. ¿Quién podría negar el calificativo de “rock” a Bob Dylan, incluso antes de Newport-1965? ¿Quién podría dejar de calificar como rock a Neil Young, también cuando en sus brazos tiene una Martin y no una Les Paul?
Hay quien dirá que el rock’n’roll (y después el rock) tiene, tal vez, como su ícono característico a la guitarra eléctrica, que se convirtió en el verdadero y propio hacha de guerra de los rockeros. Sin embargo se vuelve cada vez más difícil distinguir entre el rock y el pop, los contornos están cada vez difusos; existen artistas rock que manifiestan un espíritu pop y artistas clasificados como pop que toman guitarras eléctricas y las distorsionan, como si lloviese.
Y puede ser que tal vez tenía razón Celentano en el famoso monólogo televisivo: la alternancia no es entre rock y pop, sino entre rock y lento. La verdad es ontológicamente rock. La mentira es lenta.
Puede ser que la esencia del rock sea esta: tratar de decir la verdad, en los casos más sinceros a veces ponen la vida. Honores, por lo tanto, a los grandes desaparecidos ante de tiempo, pero que aún así nunca tuvieron tiempo: Honores a Robert Johnson y a Nick Drake, a Jimi Hendrix, Janis Joplin, Brian Jones, Kurt Cobain.
Let’s rock, everybody, let’s rock.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Rincón Literario

Numen...
Venía  de dádiva a tu corazón agrietado que ve su lamento oscuro,
 Al querido hermano poesía, que engalana el  dolor izquierda.
Centauro viviente en pedestal de ninfa diáfana y blanca.
 Te regalo esta triste rosa, musa de ocasión, cenicienta de cuento y ficción.
Esperando estas, tu beso de amor,-En la cofradía falsa del destino ya no! Vive vehemente médula de amor,-
Vive por la hostia infinita de tu ser, que  pide a gritos que seas la preciada alquimia,-
 Mística e infinita,-
 No permitas que ningún arcano te robe tu leyenda,-
Marca el enigma muerto y desnudo,-
 Sana la llaga que ese veneno provoco,  Tú sabes cuál es el bálsamo para el corazón...
                                                                                                                                                                                             Vane Balbuena

jueves, 28 de octubre de 2010

UN VIAJE A LA MUSICA MADE IN USA (IV) - Vibra el alma, estalla el Soul

Stevie Wonder

En 1950 los Soul Stirrers eran ya una de las más notables formaciones góspel de América. Nacidos en los años ’30, habían hecho ya varios long playing y realizaron giras por varios Estados. En sus filas aparecería una gran sorpresa, muy grata, un joven tenor, Sam Coooke. Era de Clarksdale, Missisippi y tenía una voz imperiosa y aterciopelada. Había comenzado en las iglesias bautistas de Chicago, donde su padre era reverendo, pero frecuentando los locales para negros del lado Sur le habían pedido cantar también y canciones pop.
Sam era un joven juicioso, pero la música y las canciones eran su vida. Así fue que cuando en 1956 el manager de los Soul Stirrers le pidió grabar un vinilo 45 rpm para el público de la radio y de los locales nocturnos dijo que sí. Un año después, el suceso de su segundo disco, You send me, marcaría el inicio de la Soul Music.
Los ingredientes eran pre-existentes: cantantes, sonidos, instrumentos y arreglos del Góspel, pero los temas eran indudablemente menos religiosos, para canciones que giraban todos en torno al amor.
La Soul Music necesitó muy poco para convertirse en un género de gran suceso, aunque el mundo góspel rechazó de manera tajante a aquellos hijos suyos que habían dado el “gran salto” a la música profana.
Después de los años ’50 y ’60 hubo un traspaso intenso de intérpretes del góspel al Soul, de Otis Redding a Aretha Franklin, desde Solomon  Burke a Ray Charles, destinados a convertirse en estrellas del firmamento mundial.
La presencia de arreglos más agresivos y rítmicos llevó en breve al nacimiento de un sub-género, el Rythm’n’blues, que en James Brown había encontrado, probablemente, su máximo exponente y en los Blues Brothers su film-cult.
Sam Cooke
El correr de las décadas vio crecer a grandes artistas come Marvin Gaye y Stevie Wonder, Quincy Jones y Diana Ross, Prince y Michael Jackson, todos (de un modo u otro) ligados a aquella raíz de la que había surgido Sam Cooke.
Hoy es parte de la definición “Soul y r’n’b” gran parte de la black music, hip hop incluído, des Rihanna a Beyonce, desde 50 Cent a Puff Daddy, pero es sólo una carencia de definiciones que puede reunir desde Gangsta Paradise a When a man loves a woman.
Muchos de los primeros grandes músicos de la Soul Music ya han desaparecido. Otros, antes o después, retornaron sobre sus huellas, como hiciera Aretha Franklin en 1987, con un doble LP memorable, One Lord, One Faith, One Baptism, el disco de retorno tras las murallas de la iglesia que había visto su debut en el coro dirigido por su padre, el reverendo Clarence LaVaugh Franklin.
De todos modos no se puede hacer menos que, escuchando (por ejemplo) a Otis Reding cantar (Sitting on) the dock of the bay, preguntarse de donde sale la intensidad de aquella voz y aquella poesía. 

Pero, a fin de cuentas, Soul significa alma.

Juanki
juank_lzkno@hotmail.com

miércoles, 20 de octubre de 2010

UN VIAJE A LA MUSICA MADE IN USA (III) - Esclavos del corazón libre… Y el góspel fue

  Encarcelados en las sabanas africanas, transportados a las costas del Golfo de México, embarcados en naves gobernadas por capitanes de piel durísima, cientos de miles de esclavos negros se encontraron viviendo en un continente distante, entre campos de algodón y patrones blancos.
   En el breve lapso de medio siglo estos esclavos se convirtieron en el verdadero motor de la economía rural americana, aunque para permitirles migrar a las ciudades industriales del norte se tuvo que llegar hasta a una guerra, la más sangrienta experimentada por los americanos.
   Entre las plantaciones de algodón y las barracas donde vivían familias y tribus negras, el arraigo del mensaje bíblico se convertiría en una de las pocas ocasiones de vivir en la esperanza. El pueblo de Israel forzado a permanecer prisionero en Egipto, vivía la misma pena que el pueblo negro. Injusticias en espera del gran renacimiento, sufrimientos y dolores como promesa de la felicidad futura.
    En los siglos XVIII y XIX los espirituales nacen así, como cantos bíblicos en parte destinados a sostener las celebraciones diarias de las diferentes comunidades negras, en parte como canto de llamadas y respuestas durante el duro trabajo del campo.
     Predicadores itinerantes, reverendos, esclavos liberados y dedicados a las Sagradas Escrituras, maestros de música sacra para la comunidad blanca: todos se encontraron involucrados en la construcción de este fermento artístico que mezclaba espontaneidad y auténtico arte musical, y que encuentra también una definición en el Second great awaking (“el segundo gran despertar”), un período de renovación de la religiosidad que florece entre la gente de la zona ubicada entre Kentucky y Tennessee, una de aquellas de gran densidad de esclavos y whisky.
    Es en este segundo período que florecen los espirituales más antiguos y famosos, comenzando por Amazing grace, que tiene una importante y muy particular historia, habiendo sido escrita por un violento y alcohólico marino embarcado en la nave de los negreros, el inglés John Newton, después convertido y ordenado pastor anglicano.
    Pasan las décadas, los de la Unión vencieron la guerra y los negros del sur se movieron en oleadas a las fábricas de Chicago, Detroit, Boston, New York. Llevan consigo el sentido de la tribu, familia ampliada, el Blues, los instrumentos populares, los espirituales, pero las fábricas no son como los extensos campos de algodón y sobre las cadenas de montaje no se podía cantar.
  Así las melodías de quienes estaban acostumbrados a sudar y frustrarse bajo el sol de Alabama fueron obligadas a transformarse, se abren las primeras iglesias para la gente de color, se hicieron acompañar de aquellos instrumentos, primero el órgano, que poco tiempo antes eran sólo para blancos.
   Es aquí, que por una mutación genética metropolitana, que nace el Góspel, literalmente “palabra de Dios”. Charles Tindley, hijo de esclavos negros trasladados a Philadelphia, en 1916 publicó la primera colección de Góspel: es él quien escribiría I'll overcome, que en los años se convertirá en We shall overcome.
    En Chicago se escucharía por cerca de 50 años a Thomas Dorsey, que dirigía el coro de la Pilgrim Baptist Church y se convirtió en el más famoso compositor de Góspel de la historia.
    Entre los años '50 y '60 Chicago y New York se convertirían en las ciudades del nuevo góspel, con Mahalia Jackson, Aretha Franklin, Eddie Hawkins (aquel que había escrito Oh Happy Days) que se volverían famosos también entre el público blanco.
    En las últimas décadas fueron los Blind Boys of Alabama quienes mantuvieron en alto la bandera de aquel canto sacro que se pierde entre las tradiciones negras.
     Espirituales eran las canciones del espíritu libre, porque tiene a la Biblia como guía.
     Góspel son los cantos de la palabra de Dios.
     Nosotros los escuchamos hoy: gracias a quienes nos lo han traído.

Juanki
juank_lzkno@hotmail.com 

jueves, 14 de octubre de 2010

Insólita canción

Sigo buscando
Saciar mis ganas vacías
De querer sumergirme y ahogarme
En tu fachada de enigma fantasioso
Misterio maldito
Misterio maldito…

Yo sé que no sos lo que busco
Yo no sé que estoy buscando
Ni porque quiero buscarlo en vos
Quiero conocerte
Para dejar de pretenderte
Quiero encontrar tu fibra intocable
Y saber que jamás, podrás erizar la mía
Mas allá de este sentimentalismo adolescente tardío…
Nunca tardé, nunca caí, nunca sepulte la verdad
Y tengo ansias de caer, y me protejo solo en Su fuerza;
Veo tu rostro y quiero más
No sé que es ese más que quiero
Solo sé, no será allí…
Donde tenga que seguir buscando…

Que fatiga incomprensible solo sostenida por la fe
Buscar lo perfecto en  lo imperfecto
He allí porque el hombre es un conflicto sin solución;
Creado imperfecto, a semejanza de lo perfecto
Tendiendo su corazón a lo perfecto
Teñida su humanidad de miseria y debilidad…

Su anhelo voraz de quererlo todo
Su confinada índole, su fragilísimo carácter…
Tanto coraje, y tan poca capacidad…

Tanta pasión, tan alto afán
Sin manos ni pies voladores…
“hasta el pelo de vuestra cabeza está contado”
No existe en nosotros humildad suficiente
Para reconocer este misterio de amor…

Sembrados en una maceta;
Una tierra rica, húmeda, cálida,
Tierna, Colmada…
Tirados al destierro,
Para madurar a fuerza,
Para vestirnos cada uno de un único color
Y parir pedazos de nuestra esencia dramática:
Nuevas canciones
Nuevas historias
Nuevos poemas
Nuevos discursos
Nuevas formas de gritar,
De llorar… de agradecer…
De amar…

Pareciera que pasáramos la vida
Vislumbrando solo un destello de la belleza
Todo es signo que remite, a lo insólito…
A lo urgente…
Formándose el alma en ardua manía:
Vislumbrar y fundirse en la Belleza última,
Alguna vez…

Duele el alma duele
Mientras vamos intentando encontrar la maceta
En esta jungla  de realidades a medias…
Intentamos hallar lo perfecto en lo imperfecto
Lo eterno en lo mortal, en lo pasajero, en lo banal…
Desgastándose así ella, en mil intentos fallidos…

Que mi perfume desde aquí te alegre
-Pintor de mis deseos-
Voy haciéndome más bella para ti,
-Si bien mi voluntad es frágil
Puedo entregarte mi fragilidad-
Para ser digna HOY y en posterioridad
De regresar a perfumar tu Edén
Como una orquídea morada y febril

Sálvame de la tentación  de poner mi corazón
En una maceta de plástico, de carne perecedera…

Sálvame de la diabólica postura
De creerme autosuficiente e invencible…

Hacia ti late mi espíritu;
No permitas que el viento se lo lleve…

Hacia ti va entonado mi canto;
No permitas que pierda la inspiración,
Conciencia divina…

Para ti va guardada mi inocencia;
No permitas que nadie me la quite…

Hacia ti va dirigida mi mirada;
No permitas que nada me ciegue…

Hacia  ti dirigido Mi Amor;
No permitas que nadie te lo robe…

¡Mi felicidad QUIERE residir en Ti!
-es un clamor casi sangrante-
Aun consciente de mi naturaleza infecunda
Clamo sin miedo, en medio de tanto temor,
Apelo a mi origen todopoderoso:

Muéstranos tu Rostro Señor,
Y nos salvaras…”
Nathalia Lorena González

miércoles, 29 de septiembre de 2010

UN VIAJE A LA MUSICA MADE IN USA - Buscaban el oro…encontraron el Country

El Country es la más tradicional música blanca norteamericana. Dices Country y piensas en los cowboys. Cantas o escuchas un Country y lo imaginas con guitarra, bajo y violín. Dentro de estas dos imágenes se encierra todo un mundo.
Cowboys, jóvenes de piel dura que vivían más preparados para hablar con los bovinos que con los hombres. Sus canciones eran de nostalgia, a la mujer que estaba lejos, y de silencio, frente al firmamento sin límites.
Sus instrumentos eran, en el mejor de los casos, hijos de aquellos que habían sido importados desde Inglaterra y Francia, en otros casos eran objetos comunes como botellas y frascos, placas metálicas y tablas para lavar los jeans, escobas y cubos de madera pesada. Cosas pobres, objetos de campamento, porque el Country es viejo como la carrera por el oro, era como la banda sonora de los pioneros, de los primeros buscadores de petróleo y de los constructores ferroviarios.
En aquél cruce territorial de géneros donde podemos encontrar el Bluegrass, la música cajún de los franceses de Louisiana, las jigas y los salmos anglicanos, el Country se estabiliza y en cierto momento emerge porque en plena época discográfica encuentra una capital, Nashville, y va encontrando líderes, los primeros Hank Williams y Jimmie Rodgers.
En la mitad de la década de los ’50, cuando en Memphis todo es sucesos y el rock descubre a Elvis Presley, el Country descubrió que podría subir al mismo tren y así lo hizo con Johnny Cash. Las baladas se electrizaron, el público blanco comenzó a dejar de distinguir los confines entre los géneros, Nashville – como cuenta un el film homónimo de Robert Altman – se convirtió en la capital americana de la música llegando a registrar, en los años ’60, más de cien estudios de grabación trabajando.
Por un lado nos encontramos con el Country aceptados por todos, aquél de la Gran Ole Opry, el teatro que se había convertido en la “Scala” de este lenguaje musical, por otro lado aparecerían los “outlaws”, músicos que nada querían saber de camisas a cuadros y vida ordinaria. Cash, Willie Nelson, Kris Kistfferson, Mele Haggard y Waylong Jennings eran los líderes, seguidos de grandes vocalistas femeninas, desde Dolly Parton hasta Emmilou Haris, y de una banda, la Nitti Gritty Dirt Band, que ha desempolvados todos los viejos sucesos y los modificó a una clave moderna.
Todo esto hasta la llegada del cantante que pulverizaría todo record, Garth Brooks, un joven de Oklahoma, que representaba el riesgo de vender el Country hasta en la misma Unión Soviética, registrando la venta de más de 120 millones de discos en alrededor de 10 años de carrera (ahora es ranchero y ha colgado su guitarra de un clavo).
Moviéndose de Tenessee a Texasa, de Louisiana a Carolina del Norte, el Country ha tomado posesión de ciudades y estados, recordando a todos la tristeza y la soledad del hombre, que tal vez ahora ya no vive entre los bisontes, sino en medio al tráfico, pero siempre recordando que donde exista una fiebre del oro (humano), existirá siempre un “lonesome guy” que tomando la guitarra hará sentir escalofríos a los alcoholizados clientes de un bar, probablemente cantando “The road goes on forever and the party never ends”
Juanki
juank_lzkno@hotmail.com