Buscar este blog

jueves, 28 de octubre de 2010

UN VIAJE A LA MUSICA MADE IN USA (IV) - Vibra el alma, estalla el Soul

Stevie Wonder

En 1950 los Soul Stirrers eran ya una de las más notables formaciones góspel de América. Nacidos en los años ’30, habían hecho ya varios long playing y realizaron giras por varios Estados. En sus filas aparecería una gran sorpresa, muy grata, un joven tenor, Sam Coooke. Era de Clarksdale, Missisippi y tenía una voz imperiosa y aterciopelada. Había comenzado en las iglesias bautistas de Chicago, donde su padre era reverendo, pero frecuentando los locales para negros del lado Sur le habían pedido cantar también y canciones pop.
Sam era un joven juicioso, pero la música y las canciones eran su vida. Así fue que cuando en 1956 el manager de los Soul Stirrers le pidió grabar un vinilo 45 rpm para el público de la radio y de los locales nocturnos dijo que sí. Un año después, el suceso de su segundo disco, You send me, marcaría el inicio de la Soul Music.
Los ingredientes eran pre-existentes: cantantes, sonidos, instrumentos y arreglos del Góspel, pero los temas eran indudablemente menos religiosos, para canciones que giraban todos en torno al amor.
La Soul Music necesitó muy poco para convertirse en un género de gran suceso, aunque el mundo góspel rechazó de manera tajante a aquellos hijos suyos que habían dado el “gran salto” a la música profana.
Después de los años ’50 y ’60 hubo un traspaso intenso de intérpretes del góspel al Soul, de Otis Redding a Aretha Franklin, desde Solomon  Burke a Ray Charles, destinados a convertirse en estrellas del firmamento mundial.
La presencia de arreglos más agresivos y rítmicos llevó en breve al nacimiento de un sub-género, el Rythm’n’blues, que en James Brown había encontrado, probablemente, su máximo exponente y en los Blues Brothers su film-cult.
Sam Cooke
El correr de las décadas vio crecer a grandes artistas come Marvin Gaye y Stevie Wonder, Quincy Jones y Diana Ross, Prince y Michael Jackson, todos (de un modo u otro) ligados a aquella raíz de la que había surgido Sam Cooke.
Hoy es parte de la definición “Soul y r’n’b” gran parte de la black music, hip hop incluído, des Rihanna a Beyonce, desde 50 Cent a Puff Daddy, pero es sólo una carencia de definiciones que puede reunir desde Gangsta Paradise a When a man loves a woman.
Muchos de los primeros grandes músicos de la Soul Music ya han desaparecido. Otros, antes o después, retornaron sobre sus huellas, como hiciera Aretha Franklin en 1987, con un doble LP memorable, One Lord, One Faith, One Baptism, el disco de retorno tras las murallas de la iglesia que había visto su debut en el coro dirigido por su padre, el reverendo Clarence LaVaugh Franklin.
De todos modos no se puede hacer menos que, escuchando (por ejemplo) a Otis Reding cantar (Sitting on) the dock of the bay, preguntarse de donde sale la intensidad de aquella voz y aquella poesía. 

Pero, a fin de cuentas, Soul significa alma.

Juanki
juank_lzkno@hotmail.com

miércoles, 20 de octubre de 2010

UN VIAJE A LA MUSICA MADE IN USA (III) - Esclavos del corazón libre… Y el góspel fue

  Encarcelados en las sabanas africanas, transportados a las costas del Golfo de México, embarcados en naves gobernadas por capitanes de piel durísima, cientos de miles de esclavos negros se encontraron viviendo en un continente distante, entre campos de algodón y patrones blancos.
   En el breve lapso de medio siglo estos esclavos se convirtieron en el verdadero motor de la economía rural americana, aunque para permitirles migrar a las ciudades industriales del norte se tuvo que llegar hasta a una guerra, la más sangrienta experimentada por los americanos.
   Entre las plantaciones de algodón y las barracas donde vivían familias y tribus negras, el arraigo del mensaje bíblico se convertiría en una de las pocas ocasiones de vivir en la esperanza. El pueblo de Israel forzado a permanecer prisionero en Egipto, vivía la misma pena que el pueblo negro. Injusticias en espera del gran renacimiento, sufrimientos y dolores como promesa de la felicidad futura.
    En los siglos XVIII y XIX los espirituales nacen así, como cantos bíblicos en parte destinados a sostener las celebraciones diarias de las diferentes comunidades negras, en parte como canto de llamadas y respuestas durante el duro trabajo del campo.
     Predicadores itinerantes, reverendos, esclavos liberados y dedicados a las Sagradas Escrituras, maestros de música sacra para la comunidad blanca: todos se encontraron involucrados en la construcción de este fermento artístico que mezclaba espontaneidad y auténtico arte musical, y que encuentra también una definición en el Second great awaking (“el segundo gran despertar”), un período de renovación de la religiosidad que florece entre la gente de la zona ubicada entre Kentucky y Tennessee, una de aquellas de gran densidad de esclavos y whisky.
    Es en este segundo período que florecen los espirituales más antiguos y famosos, comenzando por Amazing grace, que tiene una importante y muy particular historia, habiendo sido escrita por un violento y alcohólico marino embarcado en la nave de los negreros, el inglés John Newton, después convertido y ordenado pastor anglicano.
    Pasan las décadas, los de la Unión vencieron la guerra y los negros del sur se movieron en oleadas a las fábricas de Chicago, Detroit, Boston, New York. Llevan consigo el sentido de la tribu, familia ampliada, el Blues, los instrumentos populares, los espirituales, pero las fábricas no son como los extensos campos de algodón y sobre las cadenas de montaje no se podía cantar.
  Así las melodías de quienes estaban acostumbrados a sudar y frustrarse bajo el sol de Alabama fueron obligadas a transformarse, se abren las primeras iglesias para la gente de color, se hicieron acompañar de aquellos instrumentos, primero el órgano, que poco tiempo antes eran sólo para blancos.
   Es aquí, que por una mutación genética metropolitana, que nace el Góspel, literalmente “palabra de Dios”. Charles Tindley, hijo de esclavos negros trasladados a Philadelphia, en 1916 publicó la primera colección de Góspel: es él quien escribiría I'll overcome, que en los años se convertirá en We shall overcome.
    En Chicago se escucharía por cerca de 50 años a Thomas Dorsey, que dirigía el coro de la Pilgrim Baptist Church y se convirtió en el más famoso compositor de Góspel de la historia.
    Entre los años '50 y '60 Chicago y New York se convertirían en las ciudades del nuevo góspel, con Mahalia Jackson, Aretha Franklin, Eddie Hawkins (aquel que había escrito Oh Happy Days) que se volverían famosos también entre el público blanco.
    En las últimas décadas fueron los Blind Boys of Alabama quienes mantuvieron en alto la bandera de aquel canto sacro que se pierde entre las tradiciones negras.
     Espirituales eran las canciones del espíritu libre, porque tiene a la Biblia como guía.
     Góspel son los cantos de la palabra de Dios.
     Nosotros los escuchamos hoy: gracias a quienes nos lo han traído.

Juanki
juank_lzkno@hotmail.com 

jueves, 14 de octubre de 2010

Insólita canción

Sigo buscando
Saciar mis ganas vacías
De querer sumergirme y ahogarme
En tu fachada de enigma fantasioso
Misterio maldito
Misterio maldito…

Yo sé que no sos lo que busco
Yo no sé que estoy buscando
Ni porque quiero buscarlo en vos
Quiero conocerte
Para dejar de pretenderte
Quiero encontrar tu fibra intocable
Y saber que jamás, podrás erizar la mía
Mas allá de este sentimentalismo adolescente tardío…
Nunca tardé, nunca caí, nunca sepulte la verdad
Y tengo ansias de caer, y me protejo solo en Su fuerza;
Veo tu rostro y quiero más
No sé que es ese más que quiero
Solo sé, no será allí…
Donde tenga que seguir buscando…

Que fatiga incomprensible solo sostenida por la fe
Buscar lo perfecto en  lo imperfecto
He allí porque el hombre es un conflicto sin solución;
Creado imperfecto, a semejanza de lo perfecto
Tendiendo su corazón a lo perfecto
Teñida su humanidad de miseria y debilidad…

Su anhelo voraz de quererlo todo
Su confinada índole, su fragilísimo carácter…
Tanto coraje, y tan poca capacidad…

Tanta pasión, tan alto afán
Sin manos ni pies voladores…
“hasta el pelo de vuestra cabeza está contado”
No existe en nosotros humildad suficiente
Para reconocer este misterio de amor…

Sembrados en una maceta;
Una tierra rica, húmeda, cálida,
Tierna, Colmada…
Tirados al destierro,
Para madurar a fuerza,
Para vestirnos cada uno de un único color
Y parir pedazos de nuestra esencia dramática:
Nuevas canciones
Nuevas historias
Nuevos poemas
Nuevos discursos
Nuevas formas de gritar,
De llorar… de agradecer…
De amar…

Pareciera que pasáramos la vida
Vislumbrando solo un destello de la belleza
Todo es signo que remite, a lo insólito…
A lo urgente…
Formándose el alma en ardua manía:
Vislumbrar y fundirse en la Belleza última,
Alguna vez…

Duele el alma duele
Mientras vamos intentando encontrar la maceta
En esta jungla  de realidades a medias…
Intentamos hallar lo perfecto en lo imperfecto
Lo eterno en lo mortal, en lo pasajero, en lo banal…
Desgastándose así ella, en mil intentos fallidos…

Que mi perfume desde aquí te alegre
-Pintor de mis deseos-
Voy haciéndome más bella para ti,
-Si bien mi voluntad es frágil
Puedo entregarte mi fragilidad-
Para ser digna HOY y en posterioridad
De regresar a perfumar tu Edén
Como una orquídea morada y febril

Sálvame de la tentación  de poner mi corazón
En una maceta de plástico, de carne perecedera…

Sálvame de la diabólica postura
De creerme autosuficiente e invencible…

Hacia ti late mi espíritu;
No permitas que el viento se lo lleve…

Hacia ti va entonado mi canto;
No permitas que pierda la inspiración,
Conciencia divina…

Para ti va guardada mi inocencia;
No permitas que nadie me la quite…

Hacia ti va dirigida mi mirada;
No permitas que nada me ciegue…

Hacia  ti dirigido Mi Amor;
No permitas que nadie te lo robe…

¡Mi felicidad QUIERE residir en Ti!
-es un clamor casi sangrante-
Aun consciente de mi naturaleza infecunda
Clamo sin miedo, en medio de tanto temor,
Apelo a mi origen todopoderoso:

Muéstranos tu Rostro Señor,
Y nos salvaras…”
Nathalia Lorena González